Concepto
¿Tengo un fuego o tengo los labios partidos?
Lo admito: me dejo llevar un poco en invierno. Pero cuando se trata de mis labios, nunca me relajo. Hago esto una vez a la semana, generalmente en la mañana del fin de semana cuando no planeo salir de inmediato, ya que mis labios se vuelven un poco sensibles. Proteger e hidratar. Los labios reciben mucha exposición al sol, especialmente el labio inferior.
Por eso, es tan frecuente la sequedad labial. Al igual que ocurre con la sequedad nasal, son varios los factores que pueden causar que los labios se resequen. Utiliza productos cosméticos formulados específicamente para cuidar la fina piel de los labios, que no causen irritaciones. También debes evitar morderlos, tirar de las pieles levantadas, fumar, mordisquear objetos, tocarlos con los dedos, etc. Finalmente, aplícate un labial con protección solar cada día antes de salir a la calle. Puede ser el mismo que utilices para hidratar u otro diferente. Los labios cortados no suponen un problema importante de salud, pero sí que resultan muy molestos, incómodos e incluso dolorosos. Los cambios bruscos de temperatura, que favorecen la deshidratación.
Tener grietas o pequeñas heridas en los labios es muy molesto. No son graves, pero duelen y convierten en incómodas algunas actividades diarias como comer, beber, sonreír, besar…. Es un gesto que nos sale de forma natural, pues notamos la grieta y la lengua se nos va hacía allí de manera inconsciente. El contacto de los dedos con la delicada piel del labio puede provocar una mayor irritación. Y no sólo la piel del labio, sino en general. El gesto repetido de apretar los labios a la hora de dar una calada es probable que te resulte molesto y que incluso pueda reabrir la grieta. El contacto de la piel del labio con el cigarro ya resulta irritante de por sí. No es una buena idea salir a la calle en invierno con los labios desprotegidos.